sábado, 17 de noviembre de 2012

Poda de formación en arboles frutales

Eje central:  es una de las modificaciones más modernas y la que se está generalizando más. Consiste en un eje central típico (que puede ser recto en árboles sin gran vigor, o bien, quebrado por proceder de despuntes de la guía terminal, como hemos visto hasta ahora en las pirámides), un piso de ramas primarias establecido a unos 50cm de altura en el eje, formado por 3 ó 4 ramas ligeramente escalonadas, abiertas, que no se estorben entre sí, y que llevan alguna rama secundaria ocasional, de forma que se aproveche bien el espacio (estas ramas primarias crecen muy horizontales) y en la parte alta del eje por encima del piso anterior (1-1,5 m) aparece alguna rama primaria, más jóvenes y de menor desarrollo que las del piso inferior. Estas ramas aparecen en número variable, que no compitan ni sombreen a las de abajo. Estas ayudan a compensar el vigor del árbol y compensar el crecimiento en altura.
Es una de las formas como digo más generalizadas y que se están imponiendo en muchas zonas frutícolas españolas y se aplica a peral, manzano, ciruelo, cerezo, melocotonero, nogal, etc. También se puede aplicar a árboles con diferente vigor. No requiere de elementos auxiliares para su formación, aunque a veces se empleen cañas y ataduras para abrir las ramas del piso inferior.
Ventajas e inconvenientes:
+ Más fácil formación que el resto de pirámides.
+ No necesita apoyos costosos.
+ Se mejora la iluminación e insolación interior.
- Posibles desequilibrios que pueden aparecer con el tiempo y que obliga a intervenciones drásticas, pero esto se evita no dejando que predominen en exceso ni el piso inferior ni el eje.
 
 
 
 
5.- Formas o sistemas planos.
Estas formas la vegetación del árbol se dispone en un único plano vertical. Este plano está formado por los apoyos. Las formas más representativas son:
Palmeta regular
:
(Fig. 17)
La palmeta está constituida por un tronco o eje central en el que insertan tres o 4 pisos formados cada uno de ellos por dos ramas dirigidas en sentido opuesto y oblicuos (45-50º) al eje. Los pisos se distancian entre sí de 0,5 a 1 m, según el vigor de la especie y de la combinación variedad-patrón. El primer piso suele estar a unos 0,7 m del suelo. En esta forma, cada piso es uno o dos años más joven que el anterior, lo que establece en principio diferencias de vigor entre ellos.
Las ramas de fructificación se insertan tanto en los brazos laterales como en el eje central entre los pisos (no hay ramas secundarias). Por supuesto, todo el conjunto del árbol se sitúa sobre un mismo plano.
Esta forma está especialmente recomendada para peral y manzano, aunque se dice que también a los frutales de hueso, aunque esto es más discutible. En principio, se pueden usar patrones de todos los vigores, aunque parecen preferibles patrones que induzcan vigor.
Proceso Formativo:
1. Poda en el momento de la plantación:
(Fig. 18) el plantón se rebaja a una altura de unos 70 cm de altura, y todos los brotes laterales se rebajan sobre sus yemas estipulares.
2. Primer año:
(Fig. 18)
Verano:
se eligen cuidadosamente los 3 brotes mejor establecidos para formar el eje y los brazos del primer piso; los restantes brotes se arquean (para favorecer el crecimiento de los otros 3) y los que sean demasiado débiles se eliminan totalmente. Si uno de los dos brotes que serán los brazos crece más que el otro, se inclinará el más destacado y el otro se los dejará crecer libremente. Cuando estén igualados se los coloca con la misma inclinación.
Invierno:
las dos ramas laterales se dejan sin despuntar y se les da una ligera inclinación (45-50º) y se les ata a la espaldera. El eje se descabeza a unos 0,6-1 m de altura (la suficiente para formar el segundo piso). Si el eje no ha alcanzado el desarrollo necesario, no se despuntará y se lo dejará crecer una año más. Las ramas arqueadas no se cortan salvo que alguna pueda dificultar el crecimiento de los brazos.
Cuando las ramas que deben formar el primer piso no han alcanzado el suficiente desarrollo, y si lo ha hecho el eje, hay que rebajar este sobre tres o 4 yemas; así se retrasará la prolongación del eje hasta que el piso esté bien constituido (poda de retroceso), y se retrasará la formación un año.
3. Años siguientes:
(Fig. 19, 20 y 21) en los años siguientes se intentará formar cada año un piso, aplicando las mismas técnicas anteriores, hasta que se alcancen 4 ó 5 pisos, momento en el que la palmeta puede darse por finalizada. Si el eje en este momento se ve debilitado, se elimina totalmente, si no, hay que hacerle un retroceso anual sobre el ramo más bajo que contenga, despuntando este a 3-4 yemas, de forma que se mantenga la altura deseada de la palmeta.
Al principio, las ramas de la palmeta estarán poco vestidas de vegetación pero una vez alcanzada la inclinación justa se provocará el revestimiento de ramos fructíferos. Todos los brotes crecidos en las ramas, central y laterales, deberán arquearse para favorecer la formación de yemas fructíferas. Sólo si su número es excesivo se eliminarán algunos.
Ventajas e inconvenientes:
+ Es una forma muy apropiada para plantaciones profesionales
+ Es fácil de mantener una vez establecida.
+ La fruta es de buena y homogénea calidad.
+ Su entrada en producción es rápida y su productividad es buena.
- Su proceso de formación es lento (mínimo de 4 a 6 años, que puede ampliarse si hay algún fallo en el desarrollo del árbol que obliga a realizar podas de retroceso).
- La plena producción y la estabilidad se retrasa.
- Requiere de apoyos permanentes (espalderas, con postes y alambres) lo que encarece la plantación.
- Requiere podadores especializados los primeros años.
- A la larga puede presentar desequilibrios en los pisos altos.
- Envejecimiento de los pisos inferiores.
Debido a la lentitud de la formación de la palmeta regular se ha pasado a otro tipo menos rígido:
Palmeta irregular de brazos inclinados (o palmeta italiana irregular):
(Fig. 22) Su estructura difiere muy poco de la palmeta regular, ya que está constituida por un eje central sobre el que se insertan brazos formando inclinados (45-50º), pero estos brazos sin embargo se disponen sin simetría alguna. Se aplica principalmente a peral sobre membrillero.
En la formación de esta palmeta se abandona la simetría de los pisos. El eje no se va descabezando regularmente cada año para provocar el piso correspondiente sino que solamente se despunta en caso de que su crecimiento no haya sido intenso. Cada año se eligen los brazos entre los ramos que se hayan formado naturalmente a cada lado del eje con buen vigor, en la dirección adecuada y separados entre sí unos 50/60cm para que no se superpongan; el árbol toma el aspecto de una espina de pescado. Los demás ramos laterales y los que aparezcan fuera del plano de la palmeta, o se eliminan, o se arquean, o se podan para que fructifiquen. Cada año se eligen entre 2 y 5 brazos laterales. Sin criterios de simetría ni jerarquía. En los años sucesivos los brazos se alargan en posición recta inclinados unos 45-50º, y se le aplica la poda de fructificación a todos los ramos que aparezcan sobre dichos brazos.
Se suele aplicar a peral sobre membrillero.
Ventajas e inconvenientes:
+ Es más sencilla de formar y más rápida (2años).
+ No requiere podadores tan experimentados.
- Los desequilibrios pueden ser mayores.
- Envejecimiento de los brazos inferiores.
Sistema Marchand:
(Fig. 23) consiste en un eje principal inclinado 45º con respecto al suelo. En él se insertan cada 30-40cm diversas ramas primarias. Las más importantes son las ramas perpendiculares al eje. Suele haber entre 4 y 7 brazos, todos deben alcanzar la misma altura y no pueden sobrepasar al eje. Los brazos del otro lado son prácticamente horizontales. Los brazos deben de estar a distacias regulares.
Requiere de postes, alambres y cañas auxiliares durante el proceso de formación.
Se aplica a patrones vigorosos con variedades poco vigorosas y viceversa en especies como peral y manzano.
Ventajas e inconvenientes:
+ Rápida formación y entrada en producción.
+ Disminución en las podas iniciales.
+ Se reduce el vigor (menor altura).
- Difícil de mantener equilibrada.
- Envejecimiento más rápido.
- Tendencia a enmarañarse.
Ypsilón:
(Fig. 24) parece un vaso al que le hemos quitado un brazo, la vegetación se dispone perpendicular a la fila, prácticamente no tendremos ramas 2ª y los ramos fructíferos estarán sobre los brazos.
No tiene porque necesitar apoyos.
Es apropiado para melocotonero que permite plantaciones semiintensivas.
Ventajas e inconvenientes:
+ Fácil de manejar.
+ Fácil acceso.
+ Calidad en los frutos.
- Podemos tener desequilibrios.
- Roturas de las ramas.
Cordones:
(Fig. 25) son las formas de estructura más simple. Solo consta de un eje que puede estar de distinta forma y sobre éste van los órganos fructíferos.
Se aplica ala vid y a frutales de pepita, sobre todo manzano y peral, tb al kivi.
La formación no es simple, a veces requiere de varios años. Y requiere estructuras de apoyo.
Ventajas e inconvenientes:
+ Intensificación en las plantaciones.
- Desequilibrios.
- Mala fructificación.
- Envejecimiento.
- Requiere de muchas intervenciones de poda.
Cordones horizontales:
es una modificación de los cordones para disminuir los desequilibrios. El eje se lleva a la posición horizontal apoyándolo a un alambre tendido a unos 50cm del suelo. Con esto se pretende evitar la tendencia al crecimiento en altura y la necesidad de de una estructura de apoyo complicada, alta y cara. Se utiliza sobre todo en vid.
6.- Formas especiales.
Parral:
(Fig. 26)
Se utiliza sobre todo en la uva de mesa. Tronco alto y vegetación en plano horizontal.
Ej.: Uva de Ohanes, 2 ramas y sobre éstas otras 2 ramas y sobre cada una 3 uveros, en total 12 uveros.
Es sistema carral es un sistema de conducción elevado para el cultivo de la viña. En este sistema los pámpanos reposan sobre un soporte horizontal situado generalmente a 1m de altura, de forma que los frutos se disponen en el plano vertical evitando excesiva insolación y los daños producidos por el contacto con las ramas, suelo o demás frutos.
 
 

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