viernes, 9 de noviembre de 2012

Inundaciones y seguros

No hace ni quince días de las inundaciones del pasado fin de semana en el sureste español y ya casi nadie se acuerda. Como con esto de escribir en el blog, al menos yo me estoy concienciando sobre la importancia de la agricultura y la ganadería, y me parece que esta catástrofe no podía pasar de largo así por las buenas. Como además supone una ocasión para descubrir como funcionan los seguros agrarios; pues voy a dedicarle una entrada.
Una comarca especialmente afectada por las inundaciones ha sido el Valle del Guadalentín, donde se encuentran los municipios de Puerto Lumbreras y Lorca. La agricultura y la ganadería tienen un importante papel en la zona – producción de diversas hortalizas y de uva de mesa, así como granjas de cerdos, ovejas, cabras y cebaderos de terneros - hasta el punto de constituir un salvavidas económico tras el terremoto ocurrido hace poco más de un año.
 
Según las estimaciones provisionales de daños, más de 9.000 hectáreas han quedado inundadas, lo cual ha afectado a cientos de explotaciones ganaderas, los caminos y carreteras que las comunican, las redes de suministro de agua potable y de riego, y también de suministro eléctrico. Según el alcalde de Lorca, la peor parte se la ha llevado el campo ya que, además cosechas y animales, se han perdido instalaciones, infraestructuras de riego y maquinaria las cuales suponen una inversión muy importante en cualquier explotación agrícola y ganadera. La retirada de miles de toneladas de animales muertos (directamente ya ni se contaban por cabezas) que formaban parte de la importante cabaña ganadera de la zona, ha supuesto otro problema añadido y urgente para evitar problemas de salud publica.
Parece que se va a poder disponer de un “dinerete” a cargo del Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE), creado en 2002 para prestar ayuda financiera a los Estados que han sufrido grandes catástrofes naturales. Se supone que llegará a la C.A. de Murcia y allí se utilizará para la reconstrucción de servicios e infraestructuras públicas que hayan quedado afectadas. Pero los agricultores y ganaderos, no dejan de ser empresarios y su explotación es su negocio, al que tienen que proteger porque de él depende su subsistencia.
Los seguros, una herramienta indispensable
En general, para este tipo de catástrofes climáticas frente a las cuales el agricultor y el ganadero poco pueden hacer, se crearon los Seguros Agrarios. La Península Ibérica está sometida a factores meteorológicos de una variabilidad extrema y quien más o quien menos recuerda sequías, a veces de más de un año, inundaciones; heladas, pedriscos, olas de calor, etc:  alteraciones del clima que pueden echar por tierra el esfuerzo de todo un año de trabajo.
España tiene, desde su creación en 1978, el sistema de seguros agrarios combinados mejor diseñado y con mejor desarrollo de los países de nuestro entorno. Se trata de un sistema mixto que aúna el interés privado y el público, creando un sistema de protección universal que permite asegurar casi todos los cultivos frente a casi todos los riesgos.  
No solo se combate el clima con seguros. Las infraestructuras hidraulicas contribuyen a disminuir el peligro de las crecidas. Así iba el canal del Reguerón el 29 de septiembre. Fuente Jayzaran
Una aseguradora privada, en defensa de sus intereses, solo atendería a clientes de bajo riesgo o a riesgos muy específicos, de cuya incidencia tenga una amplia información y experiencia. El Estado, buscando el bien común de los productores busca proteger a todos de todo, algo no siempre es rentable ya que hay mucha diferencias entre cultivos y regiones o que, en caso de aplicarse encarecería mucho la póliza al asegurado. Así, combinando la iniciativa privada con la pública se consigue universalizar la protección pero repartiendo el riesgo para que el sistema sea solvente económicamente hablando. La iniciativa privada la representa Agroseguro, que une las entidades aseguradoras encargadas de gestionar los seguros agrarios con los agricultores y son los que ofrecen las distintas líneas de seguro. La iniciativa pública la representan ENESA (Entidad Estatal de Seguros Agrarios) y las Comunidades Autónomas, que ponen de su parte recursos técnicos y económicos para compensar la parte que a las entidades privadas no les trae a cuenta asegurar. En otras palabras, la que le da agricultor una “ayudita” económica (que puede ser de hasta el 50 %) para que se anime a contratar un seguro.
Las explotaciones ganaderas también se aseguran, principalmente frente a la pérdida de animales por determinadas enfermedades. Fuente: Jesus López

Para hacernos una idea, vamos a imaginarnos un paisano con una granja de vacas de leche, que además cultiva su propio forraje, que va a informarse a una sucursal de una aseguradora (aunque también los sindicatos y las asociaciones profesionales gestionan seguros colectivos, pero para simplificar…)
Paisano: Buenas, quiero asegurar a mis vacas.
Asegurador (o tomador, que es su nombre técnico): Estupendo, ¿Dónde tiene usted la granja?
P: En Villatempujo de Arriba, ¿por qué?
T: Pufff, tiene un historial de sequías y olas de calor importante…y ya sabe usted lo mal que lo pasan esos bichos con el calor. Y ¿qué es lo que siembra?
P: Maíz y alfalfa, es que tengo el pantano de las Borreguillas cerca.
T: Y sus vacas, ¿son de alta genética?.
P: Pues bueno, lo normal. Unos 30 litros diarios…
Tras unas cuantas preguntas más y hacer sus comprobaciones en el ordenador el tomador le dice al paisano:
T: Pues según lo que me ha contado, mi entidad solo le podría asegurar a buen precio las ubres de sus vacas y la producción de alfalfa. Asegurarlo todo le saldría por mil euros (precio hipotético, como toda la conversación).
P: ¡¡ pero si yo quiero asegurar a las vacas enteras !! ¿y que pasa con el maíz?. Habráse visto…
T: No se preocupe usted, que para eso están las subvenciones (aquí es donde entran ENESA y las Comunidades Autónomas) y así le sale a usted la póliza a muy buen precio. A ver, está la subvención base, la de joven agricultor va a ser que no, ¿le interesa a usted una póliza multicultivo? Con eso tiene un 2% de subvención…
P: ¿Y esa que cubre?
T: Es la tradicional. Con ella se asegura una producción determinada. También está la de explotación…
P: Pufff, pues si que es “complicao” esto.
Tras un buen rato más de explicaciones y alguna que otra noche preguntándole a la almohada, al final nuestro paisano contrata una póliza que se ajustaba bastante a sus necesidades por un precio asumible para la buena marcha de su granja.
¿Y por que cuento toda esta historia de los seguros?, pues porque según los cálculos de COAG Murcia, el 99 % de lasexplotaciones agrícolas y ganaderas afectadas por las inundaciones no contabancon seguro agrario. Al parecer las dos campañas anteriores fueron muy malas, por lo que ya estaban tocados económicamente. Como además se eliminaron las subvenciones que daba la CA de Murcia y las del Gobierno central redujeron su aportación, el coste de la póliza era demasiado caro. Eso sin contar con que la zona del Guadalentín tiene un alto riesgo de inundaciones, y eso no ayuda nada.
Efectos de la riada de 1973 en Puerto Lumbreras. Fuente. Ayto de Puerto Lumbreras.
Así las cosas parece que muchos agricultores y ganaderos decidieron arriesgarse y tirar para adelante "a ver si no pasaba nada" y podían salvar el año. Pero parece que la naturaleza les ha jugado otra mala pasada.
El seguro agrario ha constituido una herramienta importantísima de apoyo a los agricultores y ganaderos en España, ya que les protege frente a problemas o inclemencias del tiempo incontrolables. Pero con la crisis tampoco está a salvo, pese a su importancia vital para la supervivencia de un sector agrario que ya está bastante “tocado”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario