martes, 13 de noviembre de 2012

El cultivo de la lechuga (U. lactuca)

Descripción general
Dada la abundancia de variedades de lechuga, la descripción se ajusta a las necesidades que tiene la gran mayoría de ellas, pero ocurrirá que determinadas variedades se aparte mucho de estos requerimientos, por lo que habrá que consultar al suministrador los cuidados específicos de cada variedad.
La procedencia de la lechuga no es clara, la mayoría de los botánicos dicen que procede de la India, pero existe un seguro antecesor de la lechuga, Lactuca scariola L., que se encuentra silvestre en la mayor parte de las zonas templadas. La lechuga se cultiva desde hace 2.500 años.
La lechuga es una planta anual de la familia Compositae de nombre botánico Lactuca sativa L. Sus raíces es corta y con ramificaciones, no llegan a sobrepasar los 25 cm. de profundidad. El tallo es corto cilíndrico y ramificado Las hojas están colocadas en roseta, desplegadas al principio; en unos casos se mantienen desplegadas en todo su desarrollo (variedades romanas), y en otros se recogen formando cogollos más tarde. El borde de las hojas pueden ser liso, ondulado o aserrado.
Si se las deja crecer tienen inflorescencias amarillas dispuestas en racimos y finalmente producen unas semillas provistas de un vilano plumoso. La lechuga es una hortaliza pobre en calorías, pero ricas en minerales y vitaminas, aunque son las hojas exteriores verdes las más ricas en vitamina C.
Continua con los requerimientos del cultivo

Temperatura
La temperatura óptima de germinación es de 19ºC. Durante la fase de crecimiento del cultivo se requieren temperaturas entre 14-18ºC por el día y 5-8ºC por la noche. La lechuga exige que haya diferencia de temperaturas entre el día y la noche. Durante el acogollado se requieren temperaturas en torno a los 12ºC por el día y 3-5ºC por la noche.
Por encima de los 25º C la germinación es pobre y la planta tiende a espigar. En 2 días de mucho calor el cogollo se puede ir a espiga, lo cual origina hojas amargas y cogollos poco compactos. Por tanto, en verano hay peligro de espigado.
Este cultivo soporta peor las temperaturas elevadas que las bajas, ya que como temperatura máxima puede soportar hasta los 30 ºC y como mínima temperaturas de hasta –6 ºC.
Cuando la lechuga soporta temperaturas bajas durante algún tiempo, sus hojas toman una coloración rojiza, que se puede confundir con alguna carencia.
Puede soportar hasta -6º C, pero hay daños en las hojas con -2º C (coloración rojiza); depende de la variedad.
Humedad
La raíz de la lechuga es reducida en comparación con las hojas, lo que la hace muy sensible a la falta de humedad y soporta mal la sequía, aunque sea muy breve.
La humedad relativa ideal es del 60 al 80%, aunque en determinados momentos agradece menos del 60%.
Esta limitación dificulta el cultivo en invernadero donde la humedad suele ser mayor, por lo que se recomienda su cultivo al aire libre, cuando las condiciones climatológicas lo permitan.
Riego
Como se ha indicado, es necesario mantener en la tierra continuamente un buen b nivel de humedad mientras que en el ambiente no conviene tener una humedad exagerada, lo que la hace candidata ideal para el riego por manga exúdate o por goteo. El riego tipo lluvia, (manguera, o aspersores), es el menos indicado, debe aplicarse fuera de las horas de sol para que las hojas no se quemen con los rayos de sol. Solo es recomendable este tipo de riego en los primeros días post-trasplante, para conseguir que las plantas agarren bien. (En pequeñas superficies se puede dar con una regadera).
En caso de riego por inundación, convendrá cultivarlas sobre surcos o caballones, de modo que el agua inunde las raíces mientras se mantiene la planta en seco.
Este cultivo, en ningún caso admite la sequía, aunque la superficie del suelo es conveniente que esté seca para evitar en todo lo posible la aparición de podredumbres de cuello.
Los riegos se darán de manera frecuente y con poca cantidad de agua, procurando que el suelo quede aparentemente seco en la parte superficial, para evitar podredumbres del cuello y de la vegetación que toma contacto con el suelo.
Luminosidad
La planta exige estar expuesta a mucha luz, lo ideal es a pleno sol. Sin embargo es recomendable protegerlas del sol fuerte durante el verano, y de la lluvia una vez que estén desarrolladas, ya que se pudren fácilmente las hojas mojadas.
Para evitarlo, puede disponerse un techo de plástico sobre un armazón que permita una buena ventilación y no moleste para el cultivo. Por esta razón, se debe regar al pie, procurando no mojar las hojas.
Suelo
Los mejores suelos son los ligeros, arenoso-limosos, con buen drenaje, situando el pH óptimo entre 6,7 y 7,4. Si el suelo es excesivamente ácidos será necesario encalar con el fin de aumentar el pH.
En cultivos de primavera, se preferible un suelo arenoso, pues se calientan más rápidamente y permiten cosechas más tempranas. En cultivos de otoño, se recomiendan los suelos francos, que se enfrían más despacio que los arenosos. En cultivos de verano, es preferible suelos ricos en materia orgánica, pues se regula mejor la humedad y el crecimiento de las plantas es más rápido.
Principales variedades de la lechuga
Las variedades de lechuga se pueden agrupar en los siguientes tipos:
Lactuca sativa var. Longifolia.- Lechuga Romana
No forman un verdadero cogollo, las hojas son oblongas, con bordes enteros y nervio central ancho.
Lactuca sativa var. capitata – Lechuga Romana Baby
Acogolladas, se forma un cogollo apretado de hojas.
Lactuca sativa var. inybacea – Lechugas Batavia, Mantecosa, Trocadero o Iceberg
De hojas sueltas y dispersas. Lechuga acogollada o, también llamada, repollada: estas lechugas forman un cogollo apretado de hojas. Se distinguen:
Tipo Trocadero. De hoja blanda, mantecosa. Más frecuente en el Norte de España.
Tipo Iceberg. Hoja crujiente y consistente. Más cultivada en zonas cálidas de la Península Ibérica.
Tipo Batavia.
Tipo Mantecosa, con muchas menos variedades que los otros grupos.
Lactuca sativa var. Augustana – Lechuga espárrago, Lollo Rossa, Red Salad Bowl, Cracarelle
Son lechugas que se aprovechan por su tallo, tienen las hojas puntiagudas y lanceoladas. En España se cultivan poco siendop comunes en China y la India.
También existen lechugas de hojas suelta poco conocidas, a modo de las berzas que se cultivan en el norte, estas lechugas poseen las hojas sueltas y dispersas y se pueden empezar a cortar a los 20-25 días después de la siembra. Luego de cortadas rebrotan nuevas hojas que se pueden seguir cortando. Por ejemplo la variedad Rubia de hoja lisa.
Existen además variedades de hojas púrpuras o amarronadas, criadas principalmente con fines decorativos, pero que cada vez se utilizan más en la ensalada mezclada con lechugas tradicionales y hay también hay echugas miniatura.
Actualmente se busca conseguir genéticamente lechugas de menor tamaño y mejorar la calidad basada en cogollos compactos, aparte de buscar variedades libres de virus.
Modo de cultivo
Sembrado en semilleros
Lo habitual es cultivar lechugas a partir de planta en cepellón obtenida en semillero. La siembra directa solo se aplica en algunos lugares para la producción de lechuga Iceberg.
Si se parte de semillas, para las lechugas de primavera entre Febrero y Mayo, Las lechugas de otoño se siembran entre agosto y octubre. Transcurridos 30-40 días, la lechuga será una plantita de 5-6 hojas y una altura de 8 cm , desde el cuello del tallo hasta las puntas de las hojas y se trasplanta a su lugar de crecimiento definitivo.
Haremos pues cuatro lotes con una cadencia de un mes entre ellos, para las lechugas de primavera/verano y tres para las de otoño.
Se recomienda el uso de bandejas de poliestireno, sembrando en cada alveolo una semilla a 5 mm de profundidad.
Las semillas son sensibles al frío por lo que el semillero debe estar convenientemente protegido, lo mas sencillo es guardarlo en un invernadero de temperatura controlada, otras soluciones son, un semillero de cama caliente cubierto con plástico o cristal. Abre la tapa en los días más cálidos para airear. Tampoco conviene exponer los semilleros a pleno sol durante las horas de calor, situarlos al debajo por el lado sur de un árbol o un sombrajo, puede ser una buena solución para tener sol a las horas, inicial y final del día y estar a cubierto las horas centrales.
Plantación
Se pueden sembrar en macetas como mínimo de 20 cm de diámetro y 20 cm de fondo, de plantarlas en jardineras dejar entre ellas 30 cm. Para las lechugas Baby pueden utilizarse tiestos de 12 cm
La plantación se realiza normalmente en caballones a una altura de 25 cm. para que las plantas no estén en contacto con la humedad, además de evitar los ataques producidos por hongos. La plantación debe hacerse de forma que la parte superior del cepellón quede a nivel del suelo, para evitar podredumbres al nivel del cuello y la desecación de las raíces.
En bancales, la densidad de plantación depende de la variedad, normalmente se siembran con un marco de caballones a 30 y separación de 20 cm., aunque en las variedades Romana y similares que son muy abiertas se suele dejar 30 cm., mientras que en la variedad cogollos Baby se pueden aproximar los caballones a 20 cm y colocar las plantas cada 15 cm. En bancales profundos no se reducir en exceso el marco dado el tamaño de las plantas adultas y que las raíces poco profundas no aprovechan la profundidad del bancal.
Tras la plantación, regar diariamente durante 4-5 días sin aporte de abono, para facilitar el enraizamiento de las plantas.
Las plantas en los bancales se pueden defender en túneles de polietileno sobre unos arquillos, o usando botellas de plástico 5/8 litros de agua de plástico cortadas por la base y con el tapón abierto para ventilación. Es una perfecta protección individual para los plantones y resultan económicas.
Una familia de cuatro personas se calcula que puede consumir una media 10 lechugas mensuales. Para conseguir esta producción basta planta treinta semillas en cada tanda y plantar las diez mejores de cada tanda de forma que nunca tendremos en plantación mas de 60 semillas en el semillero y 20 lechugas en los bancales ( 1,5 m2 de bancal)
Asociación con otras plantas
La lechuga puede plantarse, en caso de disponer de poco espacio, con casi todos los cultivos, entre las líneas de éstos sinedeo especialmente acdecuada con los cultivos de raíz como zanahorias y remolacha, simpre que las necesidades hídricas de ambas plantas coincidan, pues la lechuga necesita de humedad casi constante
,
Con cebolla y cebolleta, sólo se pondrán en las primeras fases de desarrollo, dada la diferencia de necesidad hídrica de ambos cultivos, cuando las cebollas ya están casi hechas.
Preparación del terreno.
Es conveniente en todos los caso pero sobre todo es imprescindible en el caso de regar por inundación, proceder al nivelado del terreno para evitar la formación de charcos y seguidamente al asurcado y acaballonado, formará varios lomos donde se ubicarán las plantas así como realizar pequeños surcos donde alojar la tubería portagoteros, o mangas exudantes. Se pretende con ello separar al máximo las hojas de la zona húmeda mientras que se facilita el acceso de la humedad a las raíces.
Se recomienda cultivar lechuga después de leguminosas, cereal o barbecho, no deben cultivarse como precedentes crucíferas o compuestas, manteniendo las parcelas libre de malas hierbas y restos del cultivo anterior. No deberán utilizarse el mismo terreno para más de dos campañas con dos cultivos de hoja a lo largo de cuatro años.,
La desinfección química del suelo no es recomendable, pues se trata de un cultivo de ciclo corto muy sensible a productos químicos, pero en caso de necesitar el terreno desinfección, si se recomienda utilizar la solarización en verano.
Se recomienda el empleo de láminas de polietileno negro, con el fin de aislar las hojas de la humedad sobre todo en lechugas de pequeño tamaño y las que no forman cogollos cuyas hojas permanecen muy abiertas, para evitar que se ensucien de tierra procedentes del agua de lluvia, por otra parte esta práctica rec duce la aparicion de malas hierbas.
Blanqueo.
La técnica del blanqueo se utiliza en lechugas de hoja alargada (tipo Romana), consisten en atar el conjunto de hojas con una goma. Actualmente la mayoría de las variedades cultivadas acogollan por sí solas. El blanqueo se realiza entre 5 y 7 días antes de la recolección. Existen también campanas de poliestireno invertidas, que se utilizan para este fin.
Por economía, hoy esta operacion es raro hacerla en las lechugas comerciales, que o bien cultivan especies de tipo “repolludas” o simplemente, no las atan, por lo que hay que tirar muchas más hojas de las necesarias, para llegar a las hojas que no amarguen.
Manta térmica
Si el cultivo es de invierno-primavera para evitar el espigado, se suele emplear la manta térmica, con el fin de que la planta se desarrolle más rápidamente, no se endurezca y no acumule horas de frío que le hagan subirse a flor.
Abonado
.
El terreno debe tener buen aporte de estiércol y materia orgánica en descomposición, sobre un terreno agotado se recomienda un abonado con estiércol de 3 kg/m2, pero puede ser menor cuando si ya se aportó estiércol en los cultivos anteriores.
El 60-65% de todos los nutrientes son absorbidos en el periodo de formación del cogollo y cualquier abonado debe suspenderse como poco una semana antes de la recolección.
La lechuga es exigente en potásico, especialmente en épocas de bajas temperaturas, por lo que de añadirse abono mineral debe incidirse algo en este mineral asi como en magnesio. En cambio hay que evitar los excesos de nitrógeno, con objeto conseguir hojas flexibles y tiernas y una adecuada formación de los cogollos. Un moderado abonado de fondo puede realizarse a base de complejo 8-15-15, a razón de 50 g/m2. como máximo.
Con los riegos puede aportarse hasta 10 g/m2 de nitrato amónico en los momentos de máximo crecimiento. En suelos de carácter ácido, el nitrato amónico debe ser sustituido por nitrato de cal a razón de unos 15 g/m2, aportados en cada riego, sin superar el total de 50 g/m2.
Malas hierbas.
Las malas hierbas suponen una dura competencia a las lechugas por lo que deben eliminarse cuanto antes, por ello es una buena práctica el aporcado con film de polietileno negro y un control periódico con labores de escarda. En el periodo próximo a la recolección, las malas hierbas sofocan a la lechuga y , crean un ambiente propicio al desarrollo de enfermedades, las virosis se pueden ver favorecidas por la presencia de malas hierbas.
En un cultivo familiar , no es recomendable ni necesario acudir a productos fitosanitarios para combatir las malas hierbas pues la superficie de cultivo reducida y la inmediatez de otros tipos de cultivos lo hacen inadecuado, pero si cultiva amplias extensiones de lechugas, los productos para combatir las malas hierbas son:
Benfluralina 18% 6.50-9.50 l/ha Concentrado emulsionable
Pendimetalina 33% 3-5 l/ha Concentrado emulsionable
Propizamida 40% 1.75-3.75 l/ha Suspensión concentrada
Como siempre de utilizarse productos fitosanitarios deben uleer con atención todas las indicaciones de los fabricantes, respetar e al máximo los periodos de calerencia antes de la recolección, dar los productos de forma localizada y protegerse con ropa y complementos adecuados para manejar los productos químicos.
Recolección.
Las lechugas deben recogerse a medida que la cabeza adquiere la compactación adecuada. Una cabeza compacta es la que requiere de una fuerza manual moderada para ser comprimida, una cabeza muy suelta puede esperar y una muy firme o dura está sobremadurada. Las cabezas inmaduras y maduras tienen mucho mejor sabor que las sobremaduras.
Se corta la planta por la base, a ras de suelo, pero nunca si han sido regadas y tienen agua en el interior del cogollo.
Conservación
La lechuga es una planta delicada que merece ser comida fresca, en el caso de necesitar conservarse, lo ideal es aplicar una temperatura de 0ºC y una humedad relativa mayor del 95%. Sólo aguantan en el frigorífico de 10 a 15 días. La eliminación de las hojas exteriores y un enfriamiento rápido y una baja temperatura de almacenamiento reducen el desarrollo de las pudriciones blandas bacterianas.
Por debajo de cero grados puede sufrir daño por congelamiento, un oscurecimiento translúcido o un área embebida en agua, la cual se torna legamosa y se deteriora
después de descongelarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario