La lucha contra las malas hierbas no
implicanecesariamente su destrucción total (que a veces puede ser
desaconsejable,tanto ecológica como económicamente). El control puede
llevarse a cabo mediantecuatro estrategias: prevención, contención, reducción y erradicación [ ].
- La prevención se aplica cuando interesa mantener una determinada zona o país libre de determinadas malas hierbas, evitando su introducción. Las medidas más efectivas se basan en una legislación que, mediante cuarentenas, certificados fitosanitarios, controles, etc., evite el paso de especies potencialmente dañinas. También son muy útiles las medidas higiénicas, como el empleo de semillas limpias o certificadas, limpieza de maquinaria y aperos agrícolas (cosechadoras, sobre todo), colocación de mallas en acequias y balsas, etc. Si la mala hierba empieza a instalarse, se debe eliminar mediante métodos químicos, escardas manuales, etc. La prevención es una estrategia utilísima, siempre que su costo no sea excesivo.
- La contención acepta como inevitable la existencia de malas hierbas, siempre que su presencia no alcance el umbral económico de daños, y se basa en la aplicación de herbicidas. Las medidas de contención se suelen emplear cuando el cultivo tiene un elevado valor económico, las malas hierbas son de tipo persistente (e imposibles de erradicar por completo) o cuando los herbicidas disponibles son de bajo costo.
- La reducción no sólo trata de evitar el umbral económico de daños, sino que además va a procurar mantener las poblaciones de malas hierbas a niveles aceptables. Se procurará reducir el banco de semillas del suelo mediante rotaciones, labores y herbicidas; con suerte, en unos cuantos años la cantidad de malezas se reducirá considerablemente.
- La erradicación, es decir, la eliminación total, sólo es aconsejable cuando se lucha contra malas hierbas muy agresivas que intentan colonizar un área limitada. Si se permite que se establezcan, la erradicación puede resultar imposible. Todo vale para lograrlo: rotaciones, escardas manuales, herbicidas, laboreo del suelo, etc.
Recuerda:Por supuesto, los programas de control de malas hierbas han de estar bien planificados, y llevados por personal competente. Tradicionalmente, estos controles se hacían de forma rutinaria, o bien cuando el agricultor se daba cuenta (o creía darse cuenta) de la gravedad del problema. No obstante, el manejo adecuado de las malas hierbas requiere:
- Un buen diagnóstico del problema. Las plantas deben ser identificadas por especialistas, y se necesita un buen conocimiento de las condiciones ambientales que afectan al cultivo.
- Una planificación coherente del control. Además, los métodos propuestos para luchar contra las malezas deben ser realistas, sin sobrepasar las capacidades técnicas de los agricultores, ya que no todos pueden emplear técnicas complejas).
- Efectuar el control en el momento adecuado, con los productos y maquinaria idóneos.
Evaluar los resultados.
3. Métodos culturales de control
3.1. Rotación de cultivos
Un monocultivo que se repita añotras año puede acabar seleccionando poblaciones de malas hierbas adaptadas aél, y muy difíciles de erradicar. La rotación diversifica las especies deplantas cultivadas, y favorece la aparición de poblaciones distintas de malashierbas, por lo que ninguna de éstas acaba predominando (y hay menosposibilidades de que llegue a convertirse en un problema). Sin embargo, la rotaciónde cultivos no siempre es posible, por motivos económicos.
Un monocultivo que se repita añotras año puede acabar seleccionando poblaciones de malas hierbas adaptadas aél, y muy difíciles de erradicar. La rotación diversifica las especies deplantas cultivadas, y favorece la aparición de poblaciones distintas de malashierbas, por lo que ninguna de éstas acaba predominando (y hay menosposibilidades de que llegue a convertirse en un problema). Sin embargo, la rotaciónde cultivos no siempre es posible, por motivos económicos.
3.2. Tiempo de instalacióndel cultivo
Se
trata de modificar estas fechaspara eliminar las malas hierbas con el
laboreo preparatorio del suelo para lasiembra. Conviene retrasarlas lo
máximo posible para que las lluvias promuevanla nascencia de las malas
hierbas, y en cuanto se pueda entrar en la finca,realizar las labores
oportunas. Se elimina una buena cantidad del banco desemillas del suelo.
Es el caso de la "falsasiembra" que se utiliza con los cereales.
3.3. Densidad de siembra o plantación del cultivo
Se
trata de que al aumentar la densidad del cultivo seocupa el máximo de
superficie y lo más temprano posible. Entonces compite mejorpor el
espacio, luz y nutrientes que las malas hierbas. Esto ocurre cuando
laslíneas de cultivo están más juntas.
3.4. Cubiertas vivas o cultivos entrelíneas
Se
trata de cultivar otra planta entre las líneas delcultivo principal
(generalmente, arbóreo), para que compita con las malashierbas. Se
suelen utilizar cereales o leguminosas.
3.5. Fertilización
Se
trata de usaradecuadamente el abonado, ya que el uso de fertilizantes
favorece la apariciónde malas hierbas, sobre todo los ricos en
nitrógeno. Por ejemplo, se estimulala aparición de la avena loca.
3.6. Empleo de cultivos competitivos
Se
trata de sembrar plantas que seanaún más veloces en su desarrollo y
competitivas (o alelopáticas) que las malashierbas (ej: la cebada, la
alfalfa o la patata suelen competir mejor que lacebolla o la remolacha).
Además, esta competitividad se puede reforzar mediantelaboreo,
aplicación adecuada de fertilizantes y otras técnicas culturales, etc.
3.7. Empleo de plantas transgénicas
Se
conocenlos mecanismos de acción de algunos herbicidas en las plantas,
así como losgenes de resistencia a estos compuestos. Por tanto, se ha
tratado de aislarestos genes, y mediante diversas técnicas de ingeniería
genética, pasarlos aplantas cultivadas (maíz, soja o algodón, por
ejemplo).
El
cultivo de estas plantas transgénicas resistentespresenta indudables
ventajas. La idea es tratar estos cultivos con herbicidastotales, que
acabarían con las malas hierbas, pero no con las transgénicas.Eso, según
los expertos, puede reducir hasta 1/3 el uso de herbicidas (sepueden
usar productos más baratos, y en menos dosis). Esto también es buenopara
el medio ambiente.
Claro,
todo tiene sus pegas. En amplios sectores socialesde los países
desarrollados, crea recelo el soltar en el campo a organismosproducidos
en el laboratorio, que vaya usted a saber lo que harán en lanaturaleza.
También se discute si esas plantas podrán ser nocivas o no para lasalud
humana (provocando alergias, por ejemplo). Por otro lado, las
plantastransgénicas dejarían semillas en el suelo, que podrían competir
con otroscultivos que se pusieran en esa parcela... y serían resistentes
a losherbicidas. Además, se teme que esos genes de resistencia puedan
pasar a malashierbas emparentadas con los cultivos, mediante el polen.
Esto es más probableen crucíferas y en la remolacha.
Si
estas plantas transgénicas se muestran rentables, todoel mundo tenderá a
plantarlas, sustituyendo a cultivares locales. Ello bajaríala
diversidad genética de la especie, y crearía una presión de
selecciónunidireccional en las malas hierbas que, por experiencia, acaba
seleccionandomalezas resistentes.
De
todos modos, las ventajas parecen primar sobre losinconvenientes, y el
cultivo de plantas transgénicas va creciendo cada año enlos países que
lo permiten.
3.8. Empleo de cultivos trampa
Se pueden emplear contra plantasparásitas. Un ejemplo clásico es el del "método siciliano" para combatir el jopo de las leguminosas (Orobanchecrenata).
Las semillas de jopo germinan por estímulos químicosprocedentes de las
raíces del hospedante. Si se siembra a saturación unaleguminosa
forrajera de bajo valor (una veza, por ejemplo), el jopo
germinarámasivamente, atacará a las raíces de la veza y sus tallos
emergerán a lasuperficie. Entonces, antes de que florezcan, podrán ser
eliminados por métodosmecánicos o químicos.
4.1. Escarda manual
La
eliminación manual es un método antiquísimo de controlde malas hierbas,
pero sigue siendo el más rentable en terrenos pequeños(huertos
familiares, por ejemplo) o cuando se puede disponer de mano de obramuy
barata. También es aconsejable en grandes extensiones, siempre que
elcultivo sea de alto valor y la cantidad de malas hierbas no sea
demasiadoelevada, por lo que resulta un valioso complemento de otras
técnicas decontrol.
4.2. Escarda mecánica.
La acción destructiva del laboreo
sobre las malas hierbas es bien conocida, aunque suefectividad depende
bastante del tipo de apero empleado. Por ejemplo, el aradode vertedera o
de discos es más eficaz que el de cincel; entre líneas, losaporcadores
también son muy útiles como herbicidas. En resumen, se trata de
enterrar o destruir lassemillas y otros propágulos de malezas (aunque
hay algunas especies que seresisten a ser eliminadas).
- En las malas hierbas anuales, el laboreo frecuente controla y destruye las sucesivas "camadas" de estas plantas. Además puede estimular su germinación, con lo que se agota la fuente de inóculo.
- En las malas hierbas perennes, el laboreo puede servir para agotar sus reservas subterráneas de carbohidratos, ya que la destrucción de las partes aéreas fuerza a la planta a usar sus reservas para volver a crecer. Por otro lado, si se desentierran los rizomas, bulbos, etc. de algunas malas hierbas, dichos órganos pueden desecarse y morir.
Las labores debenefectuarse en el momento adecuado. Para las malas hierbas anuales, mejor cuanto más jóvenes sean (no hay quedarles tiempo a que crezcan y se reproduzcan). En cambio, las plantas perennes
deben ser destruidas cuando sehayan desarrollado bastante y tengan sus
reservas subterráneas agotadas. Enambos casos, tras el laboreo a las
malas hierbas les resulta más difícil volvera enraizar en terrenos secos
que en húmedos. En suma, el empleo juicioso dellaboreo permite ahorrar
dinero en herbicidas, aplicando éstos en menorcantidad.
4.3. Siega
Es
un método muy útil para eliminar malas hierbas encéspedes, prados,
huertos de árboles, caminos, bosques, baldíos, etc., sobretodo si se
hace antes de que las malezas se desarrollen demasiado. No obstante,se
debe recordar que muchas plantas tienen sus yemas perdurantes a ras de
suelo(gramíneas, plantas con crecimiento en roseta, rastreras, etc.),
por lo quepueden rebrotar después de ser segadas, favoreciéndose así su
proliferación aleliminar a sus competidoras.
5. Métodos físicos de control
5.1. Aplicación de cubiertas
La
colocación de bandas de plástico negro (u otrosmateriales, como restos
vegetales, papel, serrín, etc.) entre las hileras deplantas cultivadas
impide el paso de la luz y la viabilidad de las malashierbas, siempre
que éstas no posean rizomas u otros órganos de reserva, quepermiten
germinar y sobrevivir sin luz durante periodos más o menos largos.
La solarizaciónmediante cubiertas plásticas también puede contribuir a la destrucción defuentes de inóculo de malas hierbas en el suelo.
5.2. Inundación
Lógicamente,
este método sólo se puede emplear en lugarescon agua abundante y que
pueda quedar embalsada sobre el terreno, asfixiando alas malas hierbas.
5.3. Quema
Las
quemas pueden ser selectivas o no selectivas. Estasúltimas son más
habituales, y se utilizan tradicionalmente para desbrozar ysanear
terrenos. Destruyen muchas malas hierbas y sus semillas, pero
existenotras plantas que utilizan los incendios para colonizar terrenos,
y puedenverse favorecidas. Además, la quema facilita los procesos
erosivos.
6. Métodos biológicos de control
6.1. Pastoreo
La
utilización del ganado como exterminador de malashierbas no es
aconsejable. Muchas de estas plantas son venenosas, tienensabores
desagradables, poseen espinas, etc., y no serán consumidas por los
animales.Como consecuencia, sus poblaciones aumentarán, sobre todo si
sus competidoresson devorados. Además, como se dijo antes respecto a la
siega, las plantas conyemas perdurantes a ras de suelo (o subterráneas)
no serán eliminadas, y puedendarse casos de inversión de flora.
6.2. Control biológico
Desde
que existe la agricultura, los animales herbívoros(aves, peces,
rumiantes, etc.) han ejercido un control espontáneo sobre lasmalas
hierbas. Sin embargo, su uso deliberado como método de lucha es
bastantereciente, y se basa en el empleo de insectos o bien de
organismos parásitos(hongos, sobre todo) para mantener las poblaciones
de estas plantas en nivelesaceptables. En principio es más lento que el
control químico, pero a la largapuede dar resultados óptimos.
Sus ventajasson
bien conocidas: no deja residuos químicos, su especificidad es alta,
puedeautoperpetuarse una vez introducido, los fenómenos de resistencia
son menosprobables, y puede ser aplicado en zonas poco accesibles.
También presenta inconvenientes, sobre todo si el agentede
control cambia de hábitos y ataca a las plantas que no debe; en este
caso,los daños pueden ser irreversibles. Y debido a su especificidad, el
controlbiológico se limita a unas pocas especies.
Este
tipo de lucha se ha empleado contra malezas perennespresentes en
grandes extensiones, de explotación poco rentable. Un ejemplotípico es
el intento de erradicación de la chumbera en Australia, mediante Cactoblastiscactorum y otros insectos. También se puede citar el control de Hypericumperforatum en California mediante el escarabajo Chrysolina quadrigemina.El control mediante hongos parásitos (micoherbicidas) se ha usado enAustralia contra Chondrilla juncea (con la roya Puccinia chondrillina).En Estados Unidos se han comercializado cepas de Colletotrichumgloeosporioides y Phytophthora palmivora contra ciertas malashierbas, y otros hongos, como Alternaria, resultan prometedores.
El procedimiento de control biológico tradicional ha deobservar ciertas precauciones.Normalmente,
se buscan enemigos de las malas hierbas en sus países de origen(donde
es más probable que existan), se producen en grandes cantidades y
seprocede a su suelta. No obstante, antes se debe averiguar:
- Si es realmente necesario el control, o el daño causado por las malas hierbas no es significativo.
- Si en el lugar donde se va a realizar el tratamiento existen ya agentes de control que podrían servir de ayuda, en vez de introducir un organismo extranjero.
- Si existen plantas cultivadas emparentadas con las malas hierbas, y que podrían también ser atacadas.
- Si el agente de control es demasiado agresivo (y es peor el remedio que la enfermedad...).
- Si se introducen por accidente junto al agente de control predadores o parásitos de este, o cualesquiera otros organismos peligrosos.
La
aplicación del control biológico también requiere quese den ciertas
condiciones ambientales. Por ejemplo, los micoherbicidasrequieren
humedad ambiental alta, para que las esporas de los hongos
puedangerminar. En el caso de insectos o ácaros, sería deseable que sus
poblacionespudieran mantenerse en la zona durante varios años, y no
tener que recurrir asueltas periódicas.
Por
otro lado, el estudio de las micotoxinas producidaspor hongos contra
especies concretas de malas hierbas sugiere la posibilidad defabricar en
el futoro herbicidas muy específicos y respetuosos con el
medioambiente.
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